La industria mató el amor de Alan Moore por los cómics de superhéroes

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Leah Moore, la hija del legendario creador, lamentó que su padre ya no esté ligado al arte de crear historias de un género que tanto amó. Porque fue jodido.


Durante la última semana, Alan Moore volvió a la palestra al informar que decidió votar en las próximas elecciones en el Reino Unido, ya que pese a que es un anarquista que no ha votado en más de 40 años, considera que ahora debe actuar con su voto para detener a "líderes increíblemente malévolos y catastróficos". De ahí que su voto será en favor de los laboristas y en contra del primer ministro, Boris Johnson, del partido Conservador.

Pero en ese escenario, su hija Leah Moore utilizó su cuenta de Twitter para explicar el contexto de la vida actual del creador de Watchmen y V de Vendetta, quien está completamente alejado de los cómics que alguna vez disfrutó debido al quiebre que comenzó a gestarse por sus problemas con DC Comics.

Al firmar para hacer Watchmen y concluir la publicación de V de Vendetta para esa editorial, Moore debía recuperar los derechos un año después que los cómics dejasen de ser publicados. Sin embargo el éxito fue tanto, que esos derechos nunca regresaron y el papel siguió imprimiéndose sin fin. De hecho, DC se negó a renegociar el contrato y a partir de ahí se originó la disputa de Moore, quien se niega a ser acreditado en las películas y series basadas en su trabajo.

En el camino se cancelaron planes, como el evento "El Crepúsculo de los Superhéroes" que iba a cambiar todo el escenario del universo DC, se potenciaron los conflictos, una vez que la editorial Wildstorm para la que escribía Moore fue adquirida por DC, y el escritor se enfocó en la publicación de historias independientes hasta lo que fue su última obra: la conclusión de la saga de la Liga de los Hombres Extraordinarios.

En base a eso, y los comentarios que surgieron en contra de lo que Moore planteó en una antigua entrevista sobre los superhéroes, Lea estableció lo siguiente:

<em>El hombre amaba tanto las historias de superhéroes que renunció a su trabajo y se lanzó imprudentemente a escribir cómics, que en ese momento era algo 'loco' de hacer de su parte, que los amó tanto que llenó cada panel (y posiblemente cada globo y pie de foto) con ese amor, los amaba tanto que trató de convertirlos en algo que provocara pensamientos y sentimientos, que abordara problemas, que hablara a las personas de la manera en que los superhéroes siempre le habían hablado. Eso parece una locura para mí. Tengo su colección de cómics de Marvel, gastados de leer, del amor.</em>

<em>Escuché muchas veces sobre su entusiasmo al encontrar un montón de cómics de Marvel de segunda mano en una tienda de chatarra, en una caja, o comprarlos en las hilanderías en las vaciones en el Gran Yarmouth. No podría amar más los cómics de superhéroes si lo intentara. Jack Kirby era su ídolo, Ditko era su ídolo. ¡Fue ese amor lo que lo hizo quien era! En los años 80 introdujo la ecología y la política en sus cómics de superhéroes, en los años 90 escribió 1963, que era una brillante carta de amor efervescente directamente a sus amados cómics de superhéroes, escribió eso al mismo tiempo que From Hell, Lost Girls...</em>

<em>No vio ninguna oposición entre su línea ABC de cómics de superhéroes, y su amado concepto alucinante de novelas gráficas. Si llamaba, él pasaba 45 minutos explicando un poco de Tom Strong, un montón de tonterías en Splash Brannigan, algo inteligente que había hecho y de lo que estaba orgulloso. Su problema era que el medio que adoraba estaba gobernado por déspotas corruptos, que las personas que hicieron esa magia fueron abusadas, que su contribución no fue valorada, que le fue robada. Ya odiaba eso antes de Watchmen. Él ya sabía que Kirby había sido atacado. Entonces, cuando le sucedió a él, y nuevamente, y nuevamente,<strong> no fue solo un negocio que salió mal, o un poco de mala suerte, lo quebró. Lo que más amaba, a lo que vertía 'todo' su tiempo y energía durante su vida, ya no podía hacerlo.</strong></em>

<em>Cumplió con sus obligaciones con sus compañeros creadores, hizo los proyectos que podía controlar y poseer, pero<strong> ya no quería navegar por los estantes de cómics</strong>. Eso es tan triste que en realidad me rompe el corazón. Entonces, para las personas que prosperan ahora, en esta increíble industria, en la que todos podemos encontrar nuestros nichos, donde hay tantos cómics que no podríamos comprarlos todos, y digan que Alan Moore está fuera de servicio por odiar a los superhéroes, o en lo que se convirtieron, para él, es increíble. ¿Verlo desechado como el viejo loco Alan Moore una y otra vez, y la gente no sabe qué lo hizo así? ¿Ver a personas que lo molestan cuando su trabajo, su industria, su medio, se basó en parte en sus 40 años de su arduo trabajo? No estoy desconsolada, solo estoy realmente decepcionada.</em>

<em><strong>¿Te imaginas si no hubiera sido jodido? ¿Si en lugar de ser el gruñón Alan Moore gritando desde su cueva hubiera pasado los últimos 40 años sacando libro tras libro para DC y el resto? ¿Crear vastos mundos llenos de los superhéroes que ama? ¿Disfrutando los cómics?</strong> </em>

<em><strong>Es una maldita vergüenza</strong>.</em>

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