Seis momentos freak en la vida del excéntrico e infame "sapo" Chuck Blazer

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El delator clave en el Caso FIFA -aún en desarrollo- murió esta semana. Así, quedaron atrás sus gatos y sus recuerdos de visitas a distintos lugares del mundo... incluyendo Chile.


Chuck Blazer, el excéntrico e infame "sapo" que colaboró para destapar el Caso FIFA -que aún está en desarrollo- murió esta semana. Y no sólo fue un personaje que sobresalió por sus fechorías y por su amor al dinero, sino también por llevar una vida muy freak en sus años de bonanza (o cuando pudo llevarse platita para la casa sin que lo pillaran). A continuación, seis momentos en que hizo gala de sus peculiaridades.

"Amigo" de los famosos

En su calidad de funcionario de la FIFA, Blazer viajó prácticamente por todos los continentes. Y en cada ocasión, nunca dudó en retratarse con los líderes mundiales como Vladimir Putin, Nelson Mandela o Bill Clinton.

Un departamento sólo para sus gatos

Bajo la amenaza de enviarlo a la cárcel, la justicia de Estados Unidos le ofreció la libertad a cambio de datos importantes -la labor de "sapo" y de trabajar para las autoridades. Y ese trabajo consistía en meter conversa a otros patos malos que estaban en la FIFA y así sacarles información. Esta labor comenzó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Esta condición, también denominada como "topo" o "soplón", le acarreaba a Blazer un gran problema: que alguien lo descubriera y atentara contra él. Para ello, las autoridades de Estados Unidos le arrendaron un lujoso departamento en la Torre Trump de Nueva York. El costo del alquiler era de unos 6 mil dólares, y lo destinó exclusivamente para alojar a su numerosa cantidad de gatos pues él ya vivía en otro inmueble del mismo edificio.

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Una prueba del fanatismo de Blazer por los gatos: uno de ellos aparece en la foto sobre su escritorio.[/caption]

Fanático de los disfraces

Tener una cuenta corriente abultada propiciaba que Blazer tuviera un gran sentido del humor. Probablemente de ello se explica su fanatismo por los disfraces. A continuación, una muestra de ellos:

Su apodo

Chuck Blazer se hizo conocido dentro del ambiente ruin que profitó por años de la FIFA como "Mr. 10" o "El Señor 10". La razón es muy simple: el caballero se quedaba siempre con un 10% de cualquier negociado o arreglín como "comisión".

Estuvo en Chile

Chuck Blazer forma parte indirecta de la historia del deporte en Chile, pues fue el enviado de la FIFA para el Mundial Femenino Sub 20 de 2008, que se disputó en nuestro país.

"Chile ha demostrado su capacidad para ser un anfitrión de primera categoría al que se podría considerar para cualquier otra competición de la FIFA", dijo el entonces secretario general de la FIFA para congraciarse con las autoridades nacionales.

Chuck Blazer fue homenajeado en Chile

Coquimbo fue una de las sedes del Mundial Sub 20 femenino de 2008. Por este motivo, el municipio local le rindió tributo al que luego sería un execrable anfibio (sapo). "El alcalde de Coquimbo y el honorable concejo municipal confieren el presente reconocimiento a don Chuck Blazer presidente de la comisión organizadora de la Copa Mundial sub 20 de la FIFA por su contribución al desarrollo del fútbol femenino en Chile", se lee claramente del galvano que recibió el gordinflón.

Todo lo anterior quedó registrado en un blog en que Blazer registraba sus momentos de felicidad. Ahí también quedó un elogio que hizo a Harold Mayne Nicholls, entonces presidente de la ANFP. Una joya que forma parte de la parte infame de la historia del fútbol.

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