Francia busca abandonar la producción de combustible fósil para el 2040

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Una ley impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron busca acercar a Francia a la meta de convertirse en una nación sin huella de carbono para el 2050


El cambio climático es cada vez más evidente y sus efectos se hacen más y más fuertes. Y eso se nota sobre todo, cuando los países comienzan a pensar en tmar determinaciones cada vez más drásticas.

Tal es el caso de Francia, una de las naciones más comprometidas con entregar soluciones frente al Calentamiento Global, cuyo gobierno buscará introducir una ley que busca terminar con la exploración y producción de combustibles fósiles como el gas y el petróleo para el año 2040.

De aprobarse esta ley, impulsada por Emmanuelle Macron, Francia dejaría de entregar permisos para explorar la búsqueda de estos recursos, los cuales se irán retirando del mercado durante los próximos 22 años. Terminado ese ciclo, ni los permisos de exploración ni extracción serían renovados, lo que concluiría de manera efectiva la producción de estos recursos contaminantes.

A esta medida, se suma el plan de terminar la venta de vehículos con gasolina y diesel para el mismo año 2040 y también, la reducción de la dependencia hacia las planta nucleares, la cual actualmente es de un 75% y que planean dejar sólo en un 50%.

Y si bien, cada una de estas medidas suma para el plan de Francia de convertirse en una nación con una huella neutral de carbono para el año 2050, el término de la producción de combustibles fósiles no es más que un saludo a la bandera, considerando que la dependencia de Francia por el combustible que ellos consumen es muy baja. Para ponerlo en contexto, en un año, Francia produce unos 6 millones de barriles de hidrocarburos, mientras que Rusia genera 10 millones de barriles al día.

Y la producción interna de Francia representa sólo el 1% de su consumo energético total, ya que el resto de combustibles contaminantes los importa, algo que continuarán haciendo después del 2040.

De todas formas, se trata de un gesto que de seguro va a repercutir sobre todo en las naciones de la Comunidad Europea, quienes no solo deben impulsar la adopción de energías renovables, sino que también comenzar a abandonar a los combustibles que están causando los mayores problemas de contaminación en el mundo.

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