Amigos y Rivales: El origen del eterno bromance de Ryu y Ken

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A pesar de todos los puños, patadas y hadokens recibidos, la amistad de Ryu y Ken se mantiene tan inquebrantable como hace 30 años


"Quédate con el que te mira como Ken a Ryu" debería ser la frase perfecta para resumir el verdadero sentimiento de amor y admiración hacia otra persona. Y es que ninguna otra pareja de amigos ha perdurado tanto en el mundo de los videojuegos como la de esta pareja de luchadores de artes marciales, que por más de 17 juegos (contando sólo la línea principal) han extendido una relación que es la definición misma del dicho "quien te quiere te aporrea".

Y es que el bromance de ambos luchadores callejeros es una prueba que supera el paso del tiempo y que hasta el día de hoy es la batalla que, por defecto, todos queremos ver. Hay algo que nos atrae en la relación de estos dos casi hermanos, que nos provoca quererlos ver pelear hasta el cansancio.

Nuestro primer encuentro con la pareja ocurrió precisamente en el Street Fighter original, lanzado en 1987. De hecho, en ese momento Ryu y Ken ni siquiera eran una opción, eran los personajes que debíamos usar y punto. El jugador 1 era Ryu y el 2 Ken, por siempre. Es por eso que los personajes terminaron siendo clones, ya que la idea era que conservaran los mismos movimientos, pero con paletas de colores diferentes.

¿Pero como es que un peleador de Japón, la cuna de las artes marciales, y otro de Estados Unidos llegaban a pelear prácticamente al mismo nivel? La respuesta para eso sería una de las historias de origen más clásicas del mundo de los videojuegos, una que hasta el día de hoy marca relevancia en el cada vez más complejo universo de Street Fighter.

El entrenamiento

Ryu y Ken puede que compartan un estilo de pelea, pero sus orígenes son totalmente diferentes. Ryu fue abandonado por sus padres, por lo que quedó huérfano a muy temprana edad. Ken Masters, era el hijo de un millonario hotelero a quien nunca le faltó nada para crecer. Ryu vivía en Japón y Ken en Estados Unidos.

Ryu es encontrado por Gouken, un viejo maestro del arte de Asatsuken, quien lo adoptó y lo llevó a vivir a su dojo para convertirlo en su discípulo. Ken, por otro lado, era un adolescente malcriado a quien su padre decide enviarlo a Japón para estudiar artes marciales y así aprender lo que es la disciplina. Obviamente el destino tenía preparado para Ken llegar al mismo dojo de Gouken y su nuevo amigo y hermano, Ryu.

Y a pesar de tener el mismo maestro y ser entrenados bajo el mismo arte, Ken y Ryu se desarrollaron con personalidades totalmente distintas. Ryu, con una infancia dura y sin recuerdos de su familia, creció como un guerrero callado, humilde, esforzado para ser cada día mejor. Ken, en cambio, llegaba del mundo de la opulencia, del dinero y del espectáculo estadounidense, por lo que sólo le interesa practicar para demostrar lo bueno que puede llegar a ser.

Y como todos sabemos, los opuestos se atraen, por lo que por los casi 10 años de entrenamiento, se formó una relación de amor fraternal que tuvo su primer quiebre cuando Ryu cumplió los 23 años y Gouken decidió que el entrenamiento estaba listo. Cada uno emprendió un rumbo distinto: Ryu tomó su morral y se fue a viajar por el mundo para enfrentarse a los peleadores más fuertes. Ken, en cambio, volvió a sus amados Estados Unidos para inscribirse en torneos de artes marciales y simplemente arrasar con todos. Ryu terminaría luchando por el honor y Ken, por la gloria.

El reencuentro

Pero no hay historia de amistad o hermandad sin un momento trágico, y este ocurrió poco tiempo después de que ambos luchadores se separaran y que fue mostrado en los eventos que anteceden a la saga de Street Fighter Alpha. Mientras Ryu participó del primer torneo de los World Warriors (cuando casi mata a Sagat y lo deja con la cicatriz en el pecho que conserva hasta hoy), Ken lo hizo en el torneo Estadounidense de Artes Marciales.

Nuevamente, la vida sería muy diferente para ambos: Ryu ganó su primer torneo pero solo al ser consumido por el Satsu no Hado, el poder espiritual equivalente al lado oscuro de la fuerza. Los verdaderos guerreros, tal como les enseñó Gouken, siempre caerán en la tentación de usar este poder que promete fuerza ilimitada, a cambio de convertirse en un ser oscuro. Obviamente Ryu no fue lo suficientemente fuerte, cayó en la tentación y causó un daño casi irreparable frente a Sagat.

Ken, en tanto, derrotó fácilmente a sus rivales del torneo de Estados Unidos, conoció a su novia Eliza, con quien se casaría más tarde, y estaba sumido en al felicidad. Ambos guerreros tenían, de maneras distintas, una razón para volver al dojo: Ryu quería volverse más fuerte y buscar el consejo de Gouken, mientras que Ken quería agradecerle la ayuda por haberse convertido en campeón de luchas.

Pero lo que encontrarían sería peor de lo imaginado.

Gouken estaba muerto, con la marca del Satsui no Hado marcada con sangre. El responsable de este crimen sería un misterioso guerrero conocido como Akuma. El primero en encontrarlo es Ken, quien de hecho ve cuando Akuma lo asesina, y luego, es derrotado por este oscuro ser con solo un golpe. Ken jura venganza y comienza a buscar a Akuma por el mundo.

Ryu llega más tarde y hace lo mismo, y de hecho, sin conocerlo, lo encuentra primero y se enfrenta con él, en una pelea que los marca para siempre. Akuma descubre que Ryu tiene un gran potencial para convertirlo al lado oscuro así que lo deja ir, simplemente para hacerlo más fuerte. Luego del encuentro, Ryu y Ken se encuentran, pero Ryu no está bien. Los traumas de su vida comenzaban a juntarse: su infancia perdida, la pelea con Sagat, la muerte de su maestro y ahora, el encuentro con este poderoso ser simplemente nublaron su mirada.

Por primera vez Ken y Ryu luchaban como enemigos, y el ganado de la pelea fue el norteamericano.

Ken derrota a Ryu, pero rápidamente le ofrece su mano: le entrega como obsequio su cinta roja, la cual comienza a usar como una forma de recordad que nunca debe dejar de concentrarse, y es la cinta que vemos que usa hasta el día de hoy.

Luego de esto, cada uno nuevamente toma su rumbo: Ken vuelve a Estados Unidos, sabiendo que quiere ser un hombre de familia, y Ryu, enfoca su vida en la búsqueda de Akuma y también e demostrar que puede ser el más fuerte de todos. Pero a pesar de la distancia, los destinos de ambos personajes siempre terminan entrelazándose, como si en rojo y el blanco de sus trajes tuvieran un inexplicable magnetismo cósmico.

Ya sea para pelear por el honor, para intentar derrocar a los malignos planes de Bison y Shadaloo o simplemente para recordar viejos tiempos, la hermandad de Ryu y Ken es una que trasciende fronteras, décadas y generaciones de jugadores, y lo seguirá haciendo mientras cada uno de nosotros viva teniendo la esperanza de encontrar a nuestro propio Ryu o nuestro Ken.

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