Nintendo, Sony y Microsoft se unen contra los impuestos de Trump a China

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El gobierno de Estados Unidos, en su guerra económica contra China, buscaría aumentar en un 25% las tarifas a las consolas de videojuegos.


Las tres principales compañías desarrolladoras de consolas de videojuegos se han unido. Sony, Microsoft y Nintendo están en contra de los impuestos que propone el gobierno de Donald Trump a los bienes importados desde China.

A través de una carta que firmaron en conjunto, y que fue enviada a la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos, las tres gigantes de los videojuegos aseguran que la medida dañará a los consumidores, pondrá un freno a la innovación y pondrá puestos de trabajo en riesgo.

Su emplazamiento responde a las medidas que busca imponer Trump contra China como parte de la actual guerra de impuestos que se gesta entre ambas naciones y que también afectará a las importaciones extranjeras.

Con una propuesta de alzas tarifarías por $300 mil millones de dólares de parte de Estados Unidos, las compañías argumentan que la medida podría elevar en un 25% los impuestos a las consolas de videojuegos. A partir de un reporte del grupo económico  Trade Partnership Worldwide, agregan que los consumidores terminarán pagando $840 millones de dólares adicionales solo por esta alza.

Sony, Microsoft y Nintendo argumentan que un 96% de las consolas de videojuegos importadas a Estados Unidos son manufacturadas en China a raíz del hardware personalizado que cuentan. "La cadena de suministro de las consolas de videojuegos se han desarrollado en China tras muchos años de inversión de nuestras compañías y socios. Al cambiar la producción a Estados Unidos u otro país, se causaría una disrupción en la cadena, aumentando los costos de producción que ya están bajo apretadas condiciones de margen de ganancias", argumentan según consta en Kotaku.

Las tres compañías agregan que las consolas son realizadas con componentes complejos que provienen de múltiples países y que los cambios de proveedores se revisan para mitigar riesgos en la calidad de los productos o la seguridad de los consumidores.

Y en ese escenario, cierran con los siguientes argumentos:

<em>"Debido a la profunda interdependencia de las consolas de videojuegos y el software de juegos, y por la sensibilidad de los compradores de consolas de videojuegos, estas tarifas no solo perjudicarán a nuestras empresas, consumidores y minoristas, sino que también perjudicarán a los miles de manera desproporcionada. A pequeños y grandes desarrolladores de software de Estados Unidos "</em>

<em>"Por lo tanto, estas tarifas tendrían un efecto dominó de daño que se extenderá a lo largo del ecosistema de los videojuegos"</em>

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