Las peticiones online no funcionan de la forma en que las estás utilizando

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Según Change.org, cada una hora en el mundo, una petición resulta victoriosa en el mundo. Pero ¿hay espacio realmente para todo tipo de reclamos?


Tras el lanzamiento de Justice League en los cines y las críticas mixtas que ha recibido la cinta tras el resultado de los cambios impuestos por Joss Whedon, el director que efectivamente se encargó de terminar de rodar la película y de ejecutar las refilmaciones, miles de fanáticos del llamado Universo Oscuro de DC han usado las redes sociales para clamar por el lanzamiento de un Director's Cut creado por Zack Snyder para mostrar la visión que originalmente tenía él para la cinta.

Pero nadie ha ido tan lejos como Roberto Mata, un ciudadano puertorriqueño quien inició una petición online por el sitio Change.org para juntar firmas y enviarlas a Warner Bros. para convencerlos de sacar el ya utópico corte de Zack Snyder con la música de Junkie XL. Roberto pidió 150 mil firmas, de las cuales ya lleva más de 148 mil. Una vez conseguidas esa meta, enviará la carta al estudio y luego, se sentará a esperar los resultados.

El problema es que todos sabemos lo que pasará: la petición pasará sin pena ni gloria, por mucho que se reúnan las firmas.

Y es que sabemos que se trata de una historia repetida. Así como hemos visto gente tratando de cancelar Far Cry 5 por considerarlo ofensivo, hacer que Netflix haga un show sobre La Vieja Repúblicapedir que vuelvan los tazos de Pokémon, hacer que Nintendo baje el precio de la Nintendo Switch e incluso intentar evitar que Donald Trump haya sido electo presidente . (iniciativa que, por cierto, superó las 4 millones de firmas). Todas estas iniciativas con gran apoyo, pero cero resultados.

Pero esto no se debe precisamente a la falla del sitio, sino que simplemente a no saber como opera. Change.org está presente en más de 190 países, y según sus registros, cada una hora una de sus peticiones se vuelve exitosa. Dentro de las victorias que se le asocian, existen desde permitir que los perros puedan subir al metro de Barcelona, pasando por financiar proyectos de investigación contra el cáncer, o evitar que se deportara a un ciudadano de Mali en España.

La diferencia entre ambos tipos de ejemplos es clara: la plataforma de Change.org no fue hecha para que los fans lleguen y traten de satisfacer sus fantasías, sino que principalmente para ayudar a generar apoyo en torno a causas por las que vale la pena marcharse y generar movilizaciones. De hecho, desde el mismo sitio aseguran que el solo acto de juntar las firmas digitales no sirve de nada si es que no hay nadie, ya sea una persona o una institución, detrás de las firmas y que sepa utilizarlas como argumento a su favor, o bien, llevarlas directamente a las autoridades pertinentes.

Change.org es más una herramienta para hacer ruido, y lo que se hace después de meter ruido es lo que realmente importa en estos casos. Es por eso que pueden juntarse 50 mil firmas para que Lucasfilm le revoque la licencia de Star Wars a EA, pero no pasará nada mientras esto no se discuta en los niveles que se quiere.

Es por eso que cada vez que vayas a firmar por alguna petición online, te preguntes si, además de tu firma, estás dispuesto a hacer algo más para que se logre: ya sea marchando o motivando a más personas para que se levanten de sus asientos. De lo contrario, una firma digital termina valiendo lo mismo que una firma en un papel botado en el suelo, que al final no hace nada más que ser arrastrado por el viento.

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