Review | Huawei Mate 10 Pro: El teléfono para empezar a olvidar a la manzana

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El nuevo teléfono estrella de la compañía china por fin logra mezclar el gran poder de sus equipos con un diseño que se se siente y se ve totalmente premium


En los últimos años, Apple ha dado razones de sobra para que sus clientes estén enojados con la marca: desde celulares que superan el millón de pesos, audífonos inalámbricos que aparte de costar una fortuna, simplemente no se pueden comprar hasta la revelación de que, efectivamente, la empresa reduce el rendimiento de sus equipos para "proteger las baterías".

Es así como muchos desencantados de la manzana han comenzado a ver la posibilidad de emigrar hacia esa tierra prometida de la tecnología llamada Android. Pero el problema que siempre surge en estos casos es uno no menor: ¿Y cuál me compro?

En el mundo de las manzanas, la respuesta es fácil: el último. Pero en el mercado saturado de los androides, no es tan sencillo. Decenas de marcas y decenas de modelos por marca al año hacen que dar el salto sea una tarea difícil, incierta e incómoda, tal como lanzarse a la piscina por primera vez sin flotador. Por suerte, esa tarea ya está lista, ya que el recientemente lanzado Mate 10 Pro de Huawei llega para ser el teléfono ideal para los que quieren saber cómo es que funciona un buen Android. Y obviamente una excelente opción para quienes ya están familiarizados con el sistema operativo.

El Mate 10 Pro es uno de esos celulares que entra por la vista, aun con la pantalla apagada. Es un diseño elegante, distintivo, que se toma de elementos ya conocidos de la marca como si cámara doble para desde allí crear uno de los teléfonos más bonitos que ha hecho la compañía china. Su cubierta trasera brillante, a pesar de ser un imán de huellas de los dedos, logra funcionar de grata manera, haciendo que el equipo se sienta cómodo, se sienta firme, pero nunca obstruyendo.

El diseño de pantalla casi sin bordes hace que el teléfono tenga una pantalla de 6 pulgadas pero pueda ser manejado cómodamente con una mano. Por suerte se acabó la era del phablet y apuestas como el Mate 10 Pro son la mejor prueba de aquello.

Pero luego lo enciendes y te das cuenta de muchas cosas. Lo primero es que el sentido de la estética sigue siendo cuestionable. El equipo viene, por defecto, con unos íconos metálicos que posiblemente se habrían visto muy bien a fines de los 90, pero no hoy, donde los colores planos y los íconos vibrantes son los que la llevan. Por fortuna, la aplicación de Temas te permite ir rápidamente a una configuración que si bien no es la misma del Android puro, se asemeja bastante (se llama Mountains para que también la coloquen).

Y es que Huawei sigue teniendo una brecha bastante grande entre hacer equipos con altas prestaciones y la forma en que accedemos a ellas. Es cada vez menor, es cierto. Antes había que instalar una skin desde la tienda de Android y juguetear con la configuración del equipo para que pareciera un Sistema Operativo creado en el siglo 21. Hoy, es solo un paso extra más, pero nada muy molesto.

Pero es un paso extra que vale la pena hacer, porque una vez superado ese problema estético, todo lo que entrega el Mate 10 Pro es felicidad y relajo.

Relajo, por ejemplo, en no tener que pensar en cargar la batería. El Mate 10 Pro combina 3 elementos para hacer que el teléfono dure desde que sales de la casa hasta que vuelvas, sin tener que conectarlo. Lo primero es su batería de 4000 mAh. Lo segundo es toda la optimización que viene por defecto en Android 8.0. Y lo tercero es el procesador Kirin 970, propietario de la marca, el cual es extremadamente inteligente en cuanto a la duración de la batería.

Yo, como un usuario ridículo de los equipos, esos que tienen las notificaciones de todas las redes sociales corriendo en tiempo real, que siempre tengo Spotify corriendo, que a veces presto mi internet y me gusta ir probando juegos. Aun con 4G todo el día, el teléfono me duró, sin tener que cargarlo, toda la jornada. No me había pasado con ningún otro equipo en el año.

Y este es un equipo que te obligará a sacarlo varias veces de tu bolsillo por la cantidad de cosas que hace y hace bien. Sus parlantes suenan fuerte y claro, su pantalla, si bien sólo es Full HD, tiene buen brillo y colores, y pro sobre todo, su cámara funciona a un nivel superlativo.

Ya no es novedad que Huawei tenga buenas cámaras en sus equipos, y es que la alianza con Leica para licenciar su tecnología ha funcionado de manera perfecta. La doble cámara con un sensor a color y otro monocromático sigue produciendo las imágenes que todos ya conocemos: mucho color y mucho desenfoque. Básicamente es un imán de likes para Instagram.

Pero junto con la calidad ya conocida de sus imágenes, el Mate 10 Pro incorpora una ventaja por sobre sus competidores que va más allá de los megapixeles, la apertura del lente o la rapidez del lente: inteligencia artificial.

El procesador Kirin incluye un módulo de Inteligencia Artificial que es capaz de detectar el objeto que se está fotografiando para mejorar automáticamente las condiciones de la imagen para que se vea lo mejor posible. El teléfono puede detectar entre 13 escenarios diferentes, incluyendo retratos, imágenes nocturnas, perros, gatos, flores, árboles o comida. Y para cada uno de ellos, elegirá la mejor combinación entre todos los settings para que salga la mejor foto.

Esta imagen, por ejemplo, la tomé la semana pasada a unas frutillas que llevé de colación.

Ustedes comprenderán que esas frutillas simplemente no existen. Frutas así sólo aparecen en comerciales o en las películas. Pero el teléfono sabía como hacer que se vieran más apetitosas, resaltando en este caso, el color rojo. Esto, repito, fue hecho con el modo automático del teléfono. Y es cierto, probablemente no es una foto real pero es una foto que se ve bien, que si subiera a redes sociales ganaría todos los likes y comentarios y ayudaría a más de uno a comprar frutillas. Pero no vino de ningún otro lado más que de mi escritorio.

Lo mismo con esta toma nocturna.

El único problema de la cámara es que solo parece funcionar así de bien dentro de la app nativa. Esta misma cámara, usada para hacer historias de Instagram o en Snapchat, se ve como una imagen común y corriente, incluso con una suerte de zoom digital bastante desagradable. La solución evidentemente pasa por tomar tus imágenes o videos fuera de la app y luego compartirlos, aunque la relación de aspecto, forzada a 4:3 o 18:9 -sí, es cierto, no puedes tomar fotos en 16:9- también genera una distorsión.

Lo interesante de este sistema de Inteligencia Artificial es que funciona. Lo malo es que para muchas otras cosas, la verdad, no se siente como si uno tuviese a un pequeño duende inteligente dentro del equipo. Es cierto, hay una aplicación de traducción que también, supuestamente utiliza el potencial de este procesador para mejorar sus resultados, pero tampoco es algo que me vuele la mente. A lo que voy es que podríamos no saber que existe el módulo de inteligencia artificial y daría lo mismo, porque lo que entrega el teléfono son resultados. Resultados rápidos y que funcionan, pero sin revolución.

El Mate 10 Pro es un celular con el que querrás hacer de todo y que lo aguanta. Con 128 GB de almacenamiento, 6 GB de RAM, la última versión de Android y sorpresas como el modo PC, el que convierte al equipo en una suerte de PC de escritorio simplemente a través de un adaptador, el Huawei mate 10 Pro simplemente no llega a inventar nada nuevo, pero todo lo que hace, lo hace bien.

Salvo, ciertas decisiones de diseño con las cuales nunca podré comulgar: el equipo no viene con puerto para audífonos, sino que usa el mismo USB-C que el cargador. Tampoco se puede expandir la memoria usando tarjetas, y además, viene con una gran cantidad de aplicaciones por defecto que no se pueden desinstalar. Las mismas quejas que tengo, personalmente, con los iPhone.

Y curiosamente sea ese el mayor atractivo para los usuarios de la manzana. Si para ti nada de eso es un problema grave, porque vienes lidiando con varias de esas decisiones de diseño desde hace tiempo, entonces el Mate 10 Pro será pura ganancia, porque más encima estará a una fracción del precio que sueles pagar por tu manzanita, entregando las mismas o incluso mejores prestaciones que las de tu teléfono.

Para los que venimos del mundo de Android, si, es cierto, son cosas que no nos gusta ver, pero sumando y restando, los pro del equipo superan con creces a sus contras. Sabemos que la Navidad ya pasó, pero nunca es tarde para hacerse un regalo que no sólo es lo mejor que ha hecho Huawei hasta la fecha, sino que demuestra que de a poco va encontrando su camino para diferenciarse en un mar de androides.

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