Review | Kirby Star Allies no está a la altura impuesta por Nintendo

kirby

El debut de la bola rosada en la Nintendo Switch es un juego pobre en ideas, sin dificultad y que destiñe la hasta ahora impecable biblioteca de Nintendo.


Hasta hace unas semanas, Nintendo había mantenido una racha inusual en lo que se refiere a sus lanzamientos para su última consola, la Nintendo Switch. Cada una de las franquicias que debutaban en su plataforma, lo hacían a lo grande, entregando probablemente el mejor juego que se ha hecho hasta ahora para su saga.

Pasó con Zelda y el galardonado Breath of The Wild, pasó con Splatoon y su secuela perfecta, pasó con Mario y su impecable Mario Odyssey e incluso con Xenoblade Chronicles 2, indudablemente el mejor de la serie de juegos hechos por Monolith desde que trabajan para Nintendo.

Este récord decididamente marcó lo que los fans de la marca van a esperar de los próximos lanzamientos. Si se pudo con Mario y con Zelda ¿Cómo no se va a poder con Metroid, Animal Crossing o Smash Bros.?

Desafortunadamente, ya apareció el juego que rompió esta racha y que hace que la compañía comience con el pie izquierdo el segundo año de la Switch. Se trata de Kirby Star Allies, el nuevo juego de la querida bola rosada que dista mucho de la calidad que la serie había alcanzado especialmente en la 3DS, con grandes juegos como Kirby Triple Deluxe. 

Kirby Star Allies es una mezcla de ideas mal ejecutadas que hacen que el juego como experiencia se sienta rota, incompleta e insatisfactoria. Y todo por tratar de implementar un modo de juego que la serie no necesitaba: el multijugador.

El gimmick de esta edición de Kirby está en la posibilidad de poder convertir a tus enemigos en aliados que siguen a Kirby en su aventura. Hasta tres amigos pueden sumarse a la aventura, los que son controlados por la computadora, o bien, por seres humanos. Eso suena bastante mejor en el papel que en la ejecución, ya que de ninguna manera funciona de forma entretenida. Si juegas solo, sentirás una ayuda que vuelve al juego mucho más fácil e inofensivo de lo que ya es, y en grupo es algo más entretenido, siempre y cuando todos jueguen al mismo ritmo y no se aburran en las secuencias donde sólo Kirby toma el control.

Y ese es un gran problema: sentir que es un juego multijugador cuando juegas solo y que es un juego muy solitario cuando estás en el multijugador. Y es que el principal problema del juego es que la estructura de las etapas se parecen a las de un Kirby clásico y no entregan más que algunos puzzles puntuales que justifican el tener más de un jugador en pantalla. La fórmula colaborativa ya la habíamos visto desde el Kirby Super Star Kirby Squak Squad, así que no hay excusas para no saber aplicarla. Los niveles quizás necesitaban estar diseñados en múltiples niveles o con mucha exploración, pero tu único aporte jugando como amigo será ayudar a eliminar enemigos.

Todo esto es una pena porque hay varios aspectos en donde Kirby Star Allies realmente sobresale: la música es tan buena como siempre, gráficamente el juego luce demasiado bonito (aunque corra a 30 FPS) y varios de los poderes nuevos como Kirby Pintor, Kirby Escoba o Kirby Araña son muy entretenidos y vistosos de usar. Sobre todo cuando puedes mezclarlos con otros poderes para crear espadas de fuego, látigos elétricos o una bola gigante de curling, en una mecánica muy parecida a lo que vimos en Kirby 64.

De hecho, la combinación de poderes es quizás el aspecto más desaprovechado de todo el juego, ya que daba para la creación de muchos puzzles o de etapas basadas en combinaciones precisas, pero al final ni siquiera tienes que preocuparte de cambiar las habilidades de Kirby para volver a explorar los niveles, algo que es un clásico del juego, porque basta con que tu tengas fuego, y un compañero hielo para que automáticamente vaya a resolver el puzzle.

Sobre la dificultad del juego, no es sorpresa que se trate de un título fácil, todos los Kirby lo son, pero hay una diferencia entre hacer algo fácil y hacerlo automático. Kirby Star Allies se siente como lo segundo, ya que la mecánica de los aliados está tan desbalanceada que más que ayudar, a veces resuelven las cosas por tí.

Si a todo eso le añadimos que solo hay cuatro mundos en total, y que el juego puede pasarse en unas 5 o 6 horas, la verdad es que no queda mucho que hablar.

Kirby Star Allies tiene todo lo que hace bonito y disfrutable a un Kirby: buena música, poderes, gráficas y una jugabilidad hecha para relajarte más que estresarte. Pero todo eso va sobre un juego sin inspiración, y sobre todo sin la ambición que demostró tener Nintendo con todos sus juegos lanzados el año pasado. Esperamos que sea la excepción y que Kirby en algún momento tenga su revancha, porque hasta ahora, ha sido el guatazo de la Switch.

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