La historia del Spider-Man publicado en México y su "boda" con Gwen Stacy

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Entre 1936 y 1979 una editorial exploró la historia del arácnido con publicaciones originales para México creadas completamente en ese país.


Desde su presentación en 1962, Spider-Man ha cultivado una extensa historia rodeada de mitos urbanos y leyendas que alimentan las aventuras del personaje en el papel, el cine u otros medios. Pero quizás no hay un rumor más sabroso en torno a Spidey que aquellas publicaciones mexicanas de los 60' y 70'.

Al más puro estilo de un multiverso arácnido, mientras Toei todavía no presentaba a su Spider-Man japonés, en 1963 la editorial mexicana La Prensa adquirió los derechos de publicación de Spider-Man y rápidamente comenzó a imprimir las aventuras del personaje no solo para México, sino que también para Chile, Argentina, Uruguay y Perú.

Por supuesto, con historias como el clásico encuentro de Spidey y Los Cuatro Fantásticos, el cómic del arácnido consiguió una enorme popularidad que llevó a La Prensa a aumentar su frecuencia de publicación a una constancia quincenal...pero había un problema.

En Estados Unidos, la fuente de origen de Spider-Man, los números eran mensuales, por lo que la edición La Prensa no tardó en casi alcanzar a las historias de Stan Lee y Steve Ditko.

En ese escenario, los encargados de la editorial tenían un ante sí una gran interrogante: ¿Cómo llenar dos cómics mensuales cuando solo hay un número nuevo al mes? Pues la respuesta fue sencilla para aquellas personas y decidieron incluir a otros héroes bajo el titulo de El Sorprendente Hombre-Araña.

Así, personajes como los Avengers, Ant-Man y Wasp llegaron a llenar las páginas de la publicación. Sin embargo, el dúo de insectos y el equipo pronto consiguieron sus propias revistas, dejando un nuevo vacío en las publicaciones de Spider-Man.

Ante la partida de los "héroes de relleno", El Sorprendente Hombre-Araña volvió ser mensual, retomando la continuidad de las historias de Lee y Ditko solo con un par de años de retraso.

Todo parecía marchar bien, hasta que Ditko se alejó de Marvel y John Romita se incorporó las historias de Spidey.

La llegada del legendario artista, enloqueció a los fans de Peter Parker en todo el mundo y, naturalmente, la demanda de sus historias en español volvió a agobiar a La Prensa. Por lo tanto la decisión era lógica: Volver a restablecer el carácter quincenal de El Sorprendente Hombre-Araña.

Sin embargo, los ejecutivos de la editorial no contaban con que dos cómics mensuales rápidamente remontarían los años de desfase, dejando otro vacío en la demanda del público de México y Latinoamérica.

Por lo tanto, el director de La Prensa hizo el movimiento más lógico y viajó hasta Estados Unidos, específicamente al cuartel general de Marvel en Nueva York, para solicitar un permiso especial que autorizara a la empresa mexicana a crear sus propias historias de Spider-Man.

Si bien no hay documentos que avalen esto, los reportes indican que el ejecutivo iba tan preparado que incluso llevó bocetos de Spidey por artistas mexicanos para convencer a Marvel. Algo finalmente consiguió, pero no sin que la compañía designara al artista José Luis Durán como el encargado de dibujar al personaje.

"El gerente de la empresa fue a solicitar permiso para publicar lo hecho aquí en México bajo la licencia que ellos ya tenían. Pero además necesitaban un permiso especial para hacerlo aquí en México, con dibujantes mexicanos", recordó Durán en una entrevista durante la Mole Con de 2012.

Así, El Sorprendente Hombre-Araña #123 dio comienzo a la era de los cómics de Spider-Man publicados y creados 100% en México, cuya historia debutó con un Hombre de Hierro, pero no ese millonario de la armadura que están imaginando.

Larga vida a Gwen Stacy

Si bien todo el entramado de los derechos y el origen de las historias mexicanas de Spider-Man no deja de ser llamativa, el capítulo más interesante de esta publicación está marcado por Gwen Stacy.

La Prensa comenzó con sus historias originales de Spider-Man en la víspera del arco de 1973 que acabaría con la muerte de Gwen Stacy a manos del Duende Verde. Nada problemático, considerando que el cómic original continuó su curso tras ese hito. Pero en México tenían varios reparos.

Ante todo, sus publicaciones originales habían generado un desorden en la continuidad de la historia original por lo que la muerte de Gwen tardaría en ser publicada por la editorial.

Por otra parte, José Luis Durán, el artista detrás de estas historias, y la propia empresa no querían matar a Gwen, porque era el personaje favorito del artista y los fans.

De hecho, la en ese entonces novia de Peter Parker, fue la protagonista de varias portadas de los números de El Sorprendente Hombre-Araña.

Esta situación finalmente acabo por dar pie al mito de que en México Gwen Stacy no murió, y al más puro estilo de una teoría conspirativa, permaneció viva para casarse con Peter. Pero las cosas no son fueron exactamente de esa manera.

Como tal vez leyeron por ahí, una publicación de Chris Ryall, ejecutivo de la editorial IDW, fue respondida por el usuario David con la siguiente historia:

"En el 1970, el editor de La Prensa no creía que los mexicanos leyeran a Spider-Man después de que Gwen Stacy muriera. Crearon 45 número originales después de Spider-Man 119 donde Gwen vive, que nunca han sido traducidos o reimpresos. Este es el número de su matrimonio ¡Marvel necesita para recoger estos!" escribió la persona tras @comickeys.

https://twitter.com/comickeys/status/1096924779213275136

Pero los datos de tuitero son imprecisos en un aspecto.

La portada de la boda de Peter y Gwen corresponde a El Sorprendente Hombre-Araña #128, y si bien el cómic efectivamente fue publicado tras la muerte de Gwen. Todo era un sueño de Peter mientras estaba inconsciente.

Al momento de publicar esta historia, los cómics de Spidey impresos y traducidos en México estaban bastante retrasados respecto a lo que estaba haciendo Marvel en Estados Unidos. Por lo que la muerte todavía no había azotado al Peter y la Gwen de sus historias.

En ese sentido, efectivamente la publicación ignoró la muerte Gwen, pero más parece que fue por un atraso que coincidía con sus intereses que por una acción deliberada.

No obstante,  El Sorprendente Hombre-Araña alcanzó a publicar más de 40 historias originales creadas en México,  y con una Gwen Stacy sana y salva, hasta que en 1973 La Prensa canceló el cómic.

Así, en 1974, los derechos de los cómics de Marvel pasaron a manos de la Organización Editorial de Publicaciones e Impresiones S.A. (OEPISA), que finalmente publicó The Amazing Spider-Man #122 durante ese mismo año.

Por lo tanto, Gwen y Peter no encontraron su final feliz en México, pero por lo menos tuvieron algunas aventuras más que en Estados Unidos.

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