Datos de localización de Google llevaron a la policía a investigar a un ciclista inocente

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La información georeferencial del ciclista lo habría convertido en sospechoso de un robo en su vecindario, sólo por pasar fuera del lugar de los hechos.


La información que Google recopila de los teléfonos siempre ha sido una preocupación para los usuarios de smartphones, especialmente de Android y que usan aplicaciones como Gmail, Youtube y Google Maps. Esta vez, fue la información georeferencial la que provocó que un ciclista se viera en problemas con la ley debido a su ruta diaria.

NBC News reveló la historia de Zachary McCoy, un residente de Florida que se volvió sospechoso de un robo en su vecindario, sólo porque el hogar afectado se encontraba en su recorrido en bicicleta. La policía de Florida comenzó una investigación en McCoy, basados en los datos de localización de su cuenta de Google. 

El origen fue una solicitud a la compañía que pedía la información geográfica de la zona, para así revisar quiénes habrían pasado por ahí en marzo del 2019, fecha del crimen.

Gracias a una orden judicial, Google entregó los datos que mostraron que McCoy habría pasado por fuera del lugar tres veces en una hora. Eso resultó extremadamente sospechoso para la policía.

Pero el ciclista habría creado una ruta de ejercicio que repetía a diario y hacía seguimiento de esta a través de RunKeeper, aplicación que tenía sincronizada con su cuenta de Google.

Los datos de localización de Google fueron entregados sin dar la identidad de los usuarios. Sin embargo, la policía solicitó la información de McCoy debido a su "conducta sospechosa". Como es política de la compañía, esta le notificó a McCoy que le entregaría su información a la policía. Y si quería evitarlo, debía poner un recurso de protección en un juzgado, en un periodo máximo siete días.

McCoy tenía solo una semana para evitar que todos los datos de su cuenta de Google, lo cual incluye búsquedas, información de localización, fotografías, mensajes y contactos, se convirtieran en públicos. Por esto, su abogado objetó la orden acusando que era inconstitucional, afirmó que era una búsqueda indiscriminada en lugar de una investigación a una persona de interés. La policía retiró la orden argumentando que habrían datos que hacían de McCoy inocente, aunque no especificaron cuáles.

Mientras el caso de McCoy se ha resuelto, este tipo de situaciones llama la atención por todas las implicancias que tiene la información georeferencial y cómo las compañías de tecnología manejan nuestra información.

Han existido casos donde los datos de localización han ayudado a encontrar a sospechosos y culpables, pero también está el peligro de que arresten a personas inocentes que se encontraban en el lugar equivocado, ya que no todos tienen el lujo de contratar un abogado para detener una orden judicial.

Asimismo, el compartir la información con terceros genera críticas sobre la seguridad de la compañía y su compromiso con todos aquellos que usan sus aplicaciones.

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