Historias fuera del radar: El glorioso paso de Ramón "Moncho" Avila en El Salvador

FIRPO LIBERAL
Usulutan, 26/07/2008 FIRPO se impuso ante su similar Liberia de Quelepa con un marcador superior a los tres goles. Foto EDH: René Rodríguez

El delantero fue campeón con en L.A. Firpo de ese país en 2008. Llegó al club "pampero" de la mano de Gerardo Manuel Reinoso.


Hace algunos días relatamos sobre la curiosa muerte que opacó el debut goleador de Nino Rojas en el Alajuelense. Justamente, la presencia del fortachón atacante chileno en la liga de Costa Rica hizo recordar a otro maulino que triunfó en el fútbol de centroamérica.

En esta oportunidad, el tributo de Mouse es para el hoy retirado delantero Ramón Ávila. En 2008, y recomendado por el técnico Gerardo Manuel Reinoso, fichó en el L.A. Firpo de El Salvador, cuadro con el se consagró campeón de ese país apenas en su primer semestre en aquel equipo.

En esa campaña, el "Moncho" jugó 17 partidos y anotó tres goles. No le fue fácil tener protagonismo en los "pamperos" pues delante suyo había un par de argentinos que podrían considerarse como "históricos" en el "Halcón de Oriente": Edgar Fernando Leguizamón y Patricio Gómez Barroche.

Pese a las dificultades, Ávila tuvo un momento de gloria: Ante el Nejapa, y de visita, anotó en el último minuto el gol del empate 1-1. Para tener una idea, es como que Colo Colo rescatara un empate en la época de gloria en Calama ante el otrora poderoso Cobreloa.

Ávila nació en Villa Alegre, a unos 35 kilómetros al sur de Talca. Se inició en las divisiones inferiores de Colo Colo, aunque después fue a parar a las cadetes de Rangers. En el primer equipo de los talquinos estuvo entre 2002 y 2007.

En la primera mitad de ese periodo, fue considerado como "producto vendible". En la segunda, su nivel bajó, aunque estando en la Primera B marcó goles claves para el regreso de los rojinegros al fútbol grande en el torneo de 2007.

Y tras su incursión centroamericana, volvió a Rangers en 2010 como carta goleadora. En la B, la campaña piducana fue paupérrima, al punto que el equipo estuvo cerca del descenso a Tercera División. Eso sí, Ávila anotó algunos goles que propiciaron la salvación.

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