Los Archivos X nuevamente demuestran que no saben cerrar nada bien

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Chris Carter nuevamente sacó otro final insatisfactorio, solo por dar la impresión de que aún pueden seguir estirando el chicle. Pero no, ya es hora de decir adiós.


A lo largo de la historia de Los Archivos X, una y otra vez Chris Carter ha dejado en claro que lo suyo no son los finales. No solo está el caso de la serie original, que selló su historia de forma abierta, anticipando una supuesta invasión alienígena que dejó a Mulder y Scully como los últimos garantes de la humanidad que habían accedido finalmente a esa verdad que estaba allí afuera.

Luego llegó el turno de la vilipendiada película The X-Files: I Want to Believe, que se negó a abordar esa historia, prefiriendo avanzar por una aburrida propuesta tipo "monstruo de la semana" que no avanzó en lo que respecta a sus personajes y que durante sus créditos selló con Mulder y Scully saludando a la audiencia, casi como una burla que solo funcionaba como guiño para aquellos fans más talibanes que le perdonan todo a la serie.

A partir de ahí llegó la hora del revival televisivo, que borró con el codo todo lo que había escrito la mano, con pruebas y todo, sobre la existencia de una conspiración que ya no parecía tal. No solo eso, su propia historia concluyó con un cliffhanger que parecía finalmente abrazar los elementos más apocalípticos sobre el fin de la humanidad que se entrelazaban en la conspiración que marcó la mitología central de la serie.

Pero no, esta nueva temporada, que a todas luces debería ser la última, se negó a esa idea, planteando que un moribundo Mulder y una epidemia mundial solo eran un futuro diferente que estaban en la cabeza de Scully gracias a una proyección de su propio hijo. Lo que siguió a continuación, sin embargo, daba para creer en más. Episodio a episodio, esta última tanda de capítulos de Los Archivos X parecieron enmendar el rumbo, con un par de episodios que no pocos calificaron como entre lo mejor de la larga historia de esta serie.

No obstante, aquello queda en la bruma, ya que el último episodio de la temporada número 11 puso nuevamente sobre la mesa la idea de que Chris Carter, creador de la serie y responsable de la historia del último capítulo, nunca ha sabido cerrar nada y sus finales, siempre abiertos, solo demuestran la negativa a decir adiós.

A grandes rasgos, el último episodio de la temporada de Los Archivos X intentó responder qué diablos sucedió con William, el hijo de Scully que en definitiva fue revelado como el fruto de la semilla impregnada por el villano Hombre que Fuma. Teniendo algo de extraterrestre en su ADN, la historia de William finalmente avanzó hacia una creación monstruosa con la capacidad tanto de hacer volar las cabezas como de cambiar de forma.

Todo concluyó con una última confrontación contra su creador, quien le dispara en la cabeza a William, quien busca salvar a  Mulder, solo para que el verdadero Fox finalmente termina la historia del confabulador Hombre que Fuma. Pero claro, los creadores de esta serie siempre se han negado a los finales definitivos y por eso se la jugaron por una burda respuesta: Scully, ahora sí que sí, está embarazada y su nuevo hijo realmente es de Mulder. La larga historia de William se fue por la alcantarilla en cinco minutos. Un final irrespetuoso y que representó inclusive una traición a los propios personajes.

El resto de historias, como el cierre de Los Archivos X o la epidemia apocalíptica, quedan en el tintero, ya que su principal impulsor ahora sí habría muerto. Pero el cierre de temporada de Los Archivos X se vuelve aún más insatisfactoria al tener en consideración que Gillian Anderson ya aseguró que no volvería. Y bien ha demostrado la historia de la serie que su propuesta, sin uno de sus dos componentes principales, esto simplemente no funciona.

En entrevista con TV Line después del final de la temporada, Chris Carter aseguró que siempre piensa que hay más historias por contar y que dejó "este gigantesco cliffhanger" sobre el embarazo de Scully como una señal para los "las fans hardcore" de la serie "que saben que nunca ha existido finales verdaderos en este show". Pero ahora, más que nunca, sí se necesitaba una conclusión.

"La gente me va a amar o me va a odiar. Creo que hay razones para ambas. Ciertamente este es uno de los cliffhangers más interesas que la serie ha tenido", replicaba Carter tras el final. Pero, para concluir, lo cierto es que de interesante no tiene nada y solo sigue su manía de borrar con el codo todo lo que se construyó por años. Que esto sea el final del camino, o debiese serlo, agrava aún más la falta. El chicle ya no puede estirarse más.

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