La precuela Marvel's Avengers adelantó el conflicto entre Iron Man y S.H.I.E.L.D

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El nuevo cómic que establece el mundo del videojuego de Crystal Dynamics y Square Enix comenzó a pintar el panorama previo al A-Day.


Cuando Marvel's Avengers se presente en mayo del próximo año, los jugadores podrán sumergirse en un mundo donde, tras el fatídico A-Day, los héroes son perseguidos y los Vengadores aún siguen luchando para ponerse de pie luego del evento que destruyó parte de San Francisco y cobró la vida del Capitán América.

Pero, pese a que ese es el panorama general, más elementos entrarán en juego en la historia del título a cargo de Crystal Dynamics y Square Enix. Es por eso que para que los fanáticos conozcan esos detalles y puedan manejarse mejor en este mundo, Marvel Comics lanzó Marvel's Avengers: Iron Man #1, el primer número de una serie de cómics que explorará el universo del juego para establecer el escenario previo al A-Day.

En particular, de la mano del equipo creativo compuesto por Jim Zub, Paco Diaz, Rachelle Rosenberg y Andy Troy, Marvel's Avengers: Iron Man #1 adelantó que la antesala de ese día estará marcada por las tensiones entre Tony Stark y Nick Fury, el director de S.H.I.E.L.D.

[A continuación encontrarán spoilers de Marvel's Avengers: Iron Man #1]

Marvel's Avengers: Iron Man #1 arranca con una batalla entre los Vengadores y Lethal Legion que despierta inmediatamente las sospechas de Tony Stark. Resulta que usualmente los Héroes más Poderosos de la Tierra podrían acabar fácilmente con villanos de segunda categoría como ellos, no obstante, hoy las cosas son más difíciles.

Así, luego de que el equipo logra ingeniárselas para salir victorioso, Stark se dedica a investigar qué pasó y por qué su armadura no fue capaz de derrotar a Beetle. Esto lo lleva a hablar con el villano en la cárcel y obtener una clara pista: alguien filtró información sobre su traje y esta está siendo ocupada en su contra.

Impulsado por la paranoia y sus peores impulsos, Stark comienza una verdadera cacería de brujas y apunta sus dardos contra Natasha Romanoff y Burce Banner antes de llegar a una conclusión más alarmante: los datos fueron recogidos al interior de S.H.I.E.L.D.

Stark escanea la base de operaciones de la agencia secreta mientras conversa con Banner y posteriormente descubre que Spymaster estaba encubierto allí. El villano había logrado robar secretos de S.H.I.E.L.D. y en particular información sobre Stark que estaba vendiendo en sitios oscuros de la web.

Pero ¿cómo consiguió Spymaster datos tan específicos sobre la tecnología de Iron Man? El propio villano revela que S.H.I.E.L.D ya estaba espíando a Stark y  por ende todo lo que hizo fue robar los datos que ellos tenían.

A raíz de ese descubrimiento, Tony Stark decidió ir a encarar al responsable de S.H.I.E.L.D, Nick Fury, quien fiel al estilo que lo ha hecho famoso en otras versiones del mundo de los Vengadores justificó el espionaje a Stark argumentando que era necesario monitorear el poderío de Iron Man. Ya saben con esa justificación que se ha hecho tan común en los cómics respecto a qué pasa si una tecnología/arma cae en manos equivocadas o el héroe se vuelve malo.

Evidentemente eso no le cayó bien a Stark y todo concluyó con el millonario amenazando a Fury. Así, aunque Iron Man dijo que seguiría trabajando con S.H.I.E.L.D, claramente las cosas entre ambas partes cambiarán.

En ese sentido, la conclusión de Marvel's Avengers: Iron Man #1 comienza a aclarar por qué los Vengadores no serán respaldados tras la catástrofe del A-Day, además tantea por qué en ese día Taskmaster y compañía lograrán sortear las defensas de los héroes y los protocolos de S.H.I.E.L.D.

Las precuelas de Marvel's Avengers continuarán con el cómic de Thor que será publicado en enero.

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