Review | El colorido y familiar apocalipsis de Far Cry: New Dawn

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La nueva entrega de la saga es un spin-off que perfectamente pudo haber sido un DLC, pero que aun así muestra la fortaleza del mundo creado por Ubisoft.


Desde hace un tiempo, Ubisoft ha montado una suerte de cábala con su saga Far Cry: acompañar el lanzamiento de sus juegos principales con proyectos basados en la misma fórmula, los mismos mapas y la misma tecnología de sus títulos numerados, pero con ambientes y propuestas diferentes.

Far Cry: Blood Dragon fue el primero de estos spin-offs, que llevó el mundo de Far Cry a una fantasía ochentera llena de luces de neón, dinosaurios con lásers y armas espaciales.

Luego fue el turno de Far Cry Primal, un juego ambientado en la era prehistórica y que llamó la atención precisamente por la novedad de usar un ambiente poco celebrado por la industria.

Y ahora es el turno de Far Cry: New Dawn, el que lleva la franquicia al género de los shooters post apocalípticos, transportándonos a un mundo renacido desde las cenizas, donde la anarquía y la sobrevivencia del más fuerte se han vuelto pan de cada día.

Una opción que no suena tan radical como las anteriores, y con razón: en cuanto a creatividad y pensamiento fuera de la caja, Far Cry: New Dawn es el más débil de esta trilogía de spin-offs, y parece ser solo un DLC glorificado y vendido en cajita.

Una afirmación que no es tan alocada cuando nos damos cuenta que New Dawn es una secuela directa de Far Cry 5. Bueno, no tan directa ya que sucede 17 años después de uno de los finales del título anterior, y por lo mismo, veremos muchas de sus tesis, de sus personajes y sobre todo su jugabilidad, repetidas una y otra vez.

A primera vista, no podemos negar que New Dawn es un juego bastante bonito y que sigue esta tendencia del apocalipsis rosado que ya se ha visto en proyectos como Rage 2. El mapa de Hope County es prácticamente el mismo, pero posee una capa de pintura que lo hace sentir más fresco y nuevo. Los animales ahora están mutados, los vehículos estropeados y las armas tienen una apariencia hechiza que hace que, al menos estéticamente, el juego se sienta como una pieza única.

Pero al adentrarnos ya en le título, Far Cry: New Dawn es un juego que trae más de lo mismo, aunque a veces viene con menos de lo mismo. Uno podría caer en el cliché de decir que si te gustó Far Cry 5, New Dawn también te gustará, y en cierto sentido tiene razón. Es prácticamente el mismo mapa con varias zonas modificadas y con la misma estructura de misiones: liberar puestos de vigilancia, encontrar tesoros escondidos, rescatar aliados y pasar las misiones que avanzarán en la historia que esta vez enfrenta a una pandilla de anarcos llamada Highwaymen frente a la pacífica comunidad de Prosperity, quienes de a poco han comenzado a generar una resistencia para proteger lo que les pertenece.

A cargo de los Highwaymen están las gemelas Mickey y Lou, dos agentes del caos en el peor sentido de la palabra, ya que sus motivaciones nunca están demasiado claras ni sus acciones más justificadas que por el simple hecho de hacer daño, algo totalmente alejado del mesiánico Joseph Seed, cuya influencia si bien se mantiene dentro de este juego, ya no se muestra como la crítica social y sobre todo moral que tuvimos en Far Cry 5.

Mickey y Lou son maldad porque si, y si bien es cierto que muchos de los villanos de Far Cry han sido históricamente así, es un retroceso después del carismático rumbo que tomó el líder de Eden's Gate y sus Peggies.

Y es que se nota demasiado el downgrade en cuanto a la historia, lo que también le quita motivación al hecho de querer navegar por el mundo creado por Ubisoft. En Far Cry 5, todos los temas tocados por el estado de sitio religioso que se vivía en Hope County tenía un dejo de actualidad, de posibilidad y de lectura a la moral de Estados Unidos profundo, que se apoyaba hasta con la música que sonaba en los autos que te robabas.

El universo de Far Cry: New Dawn es atípico, colorido, pero poco cohesionado. Quizás poco relevante. Nada, más allá del conocimiento del juego anterior, de ver qué personajes han sobrevivido y sus easter eggs y del cariño que puedas llegar a generar por la colonia de Prosperity (que nunca llega a ser tan querible), es realmente motivante, más allá del gameplay. Y es que hacer una historia post apocalíptica es algo bastante difícil si es que no la llenas con una trama intensa que guíe el de qué se trata este mundo de fantasía.

Por si fuera poco, el o la protagonista de la historia es nuevamente una página en blanco, quizás el peor recurso existente hoy en el mundo de los videojuegos, sobre todo cuando tienes que verte obligado a ver pasar la historia frente a ti. Siento que más que nunca, la falta de definición de las características del protagonista -que ahora se basa simplemente en la ropa que quieres que use- se siente. Las historias postapocalípticas suelen ser sobre opciones morales en un mundo sin reglas, y sin poder tomar esas opciones, la única motivación que queda para jugar es la de explorar y pretender que nada de lo que pasa a tu alrededor importa.

Lo bueno es que, en ese sentido, Far Cry: New Dawn si incluye mejoras en cuando a las misiones y actividades que realizas dentro del mapa. La principal de todas son las Expediciones, misiones muy peligrosas de infiltración y sigilo, en donde tendremos que entrar en una base, obtener un objeto y luego correr hasta ser rescatado por un helicóptero.

Son misiones bastante entretenidas, ya que poseen varios caminos para lograrse y obtendrás mejores recompensas si pasar sin ser detectado o hacer recorridos adicionales.

Los puestos de vigilancia también poseen una nueva mecánica, ya que una vez liberados, podrás optar a que el puesto sea recuperado por los malos pero con más dificultad, lo que también servirá para ganar aun más recompensas. Principalmente Etanol, el cual se utiliza para mejorar las funciones de la base de Prosperity, lo que te permitirá hacer más acciones.

Esto, porque los elementos de RPG en esta edición están mucho más presentes: ya no solo tu personaje tiene puntos para personalizar su árbol de habilidades, sino que en la base central podrás usar los bienes recolectados para generar armas, autos, medicinas o para obtener otras habilidades, como viajar más rápido a través del mapa.

Todo esto funciona bastante bien, pero siempre desde el punto de vista mecánico, ya que nada tiene sentido con una historia que se pierde desde su explosiva introducción.

A su favor, podemos decir que el juego efectivamente tiene un precio de salida reducido, pero también a la larga creo que se trata de una aventura completamente olvidable con el paso del tiempo. Como secuela del Far Cry 5 funciona bien, sobre todo a los que quedaron con hambre de más, pero tampoco hace el esfuerzo para ser una aventura indispensable. Pero esa nunca fue la gracia de estos spin-offs. Blood Dragon y Primal funcionaban dentro de sus propios universos y no dependían para nada del título del cual se desprendieron.

Far Cry New Dawn solo llegó para hacernos ver que el juego en el que está basado es realmente increíble y quizás deberías quedarte con esa sensación. Esta nueva aventura trae muchos trucos nuevos, muchas luces, colores y destellos, pero le falta la épica, la ambición y el relato del original. Es un buen juego en la práctica, pero también se que su legado no durará más que una semana en tu memoria.

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