Review: La evolución acordonada del Huawei P40 Pro

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El teléfono demuestra con creces por qué año a año son los reyes de la imagen, aun cuando el fantasma de Google siga penando, aunque cada vez menos.


En un mundo lleno de retraso de productos, cancelaciones de conferencias y un entendible estancamiento en lo que se refiere al avance en general de la tecnología, uno podría esperar que la solución más sensata fuera siempre el esperar.

Aunque eso, para los que revisamos tecnología, signifique estar harto tiempo sin novedades, pero se entiende, la última de las prioridades en este momento es precisamente renovar nuestros equipos.

Es por lo mismo que no sólo me sorprendió la conferencia digital hecha por Huawei hace algunas semanas sino que unos días después ya estaba en mis manos la nueva aventura anunciada por Huawei: el P40 Pro. Sí, el mismísimo.

El siguiente paso en la eterna escalera que año a año renueva la conocida Serie P de la marca es un teléfono que llega al mercado porque sabe que no es un relleno. No es solo un equipo lanzado por cumplir sino que como ya es costumbre, siempre incorpora cambios bastante interesantes y arriesgados en las dos áreas que estos teléfonos manejan: el diseño y la fotografía.

Algo que si bien Huawei siempre ha intentado alcanzar, ahora debiese ser mucho más relevante considerando el gran problema que significa para consumidores occidentales como nosotros que el equipo no incluya los servicios de Google. Porque sí, el bloqueo de Trump se mantiene y tal como la serie Mate 30, los equipo llegarán con Android pero sin las apps de la gran G, incluyendo por supuesto su tienda de aplicaciones.

La gracia del P40 Pro por sobre todo es que su experiencia de uso hace que por lo menos por algunos momentos nos olvidemos de ese detalle. Pero solo por un rato.

El P40 Pro es más evolución que revolución, pero con una ejecución que hace parecer que entre el P30 y este equipo haya pasado más tiempo. Donde más se nota es en su pantalla, un panel OLED de 6,58 pulgadas que tiene la gracia de que "envuelve" a la pantalla en un efecto que han llamado de cascada. El resultado de esto es un teléfono que por sus costados aparenta no tener ningún borde, pero sin contar con ese molesto efecto de "corte" que suelen tener los teléfonos y que los hacen incómodos para tomar.

El efecto de esta pantalla tipo cascada es una mejora de lo visto en el P30 Pro, donde la pantalla también se curvaba, pero no llegaba hasta tan abajo. Esto se traduce en lograr un equipo de mayor superficie de pantalla, pero de menos tamaño, lo que le entrega un agarre ideal, que no causa tipeados involuntarios -como suele pasar con este tipo de pantallas- y un despliegue de casi un 92% de pantalla.

Por supuesto, una de las cosas que la interrumpe es ese sacado ovalado tipo píldora en el costado superior izquierdo donde se aloja la cámara de las selfies y si, funciona, por lo menos a mi no me molesta y le da un toque algo más único, siendo una mezcla de notch con la cámara circular que ya se ha vuelto casi la norma en estos teléfonos.

El panel OLED además es una mejora en cuanto a brillo con respecto al año anterior, aunque los colores siguen siendo algo opacos y viene con modo de refresco a 90 Hz, que si bien funciona para mejorar ciertas transiciones, el efecto no es tan vistoso como con los equipos que traen 120 Hz. Igual en parte creo que se debe a que la batería de este teléfono es la misma del año pasado y una tasa de refresco mayor simplemente se la comería. Huawei siempre se ha caracterizado por contar con equipos cuya batería llega hasta el final del día, pero hay un límite a eso. Igual llama la atención que no haya crecido la batería.

Y es que quizás el concepto de este año para el P40 Pro es ser compacto, y así es como se siente: firme, con la seguridad de que no se te resbalará de las manos a pesar de tener vidrio por ambos lados y un marco clásico de aluminio, pero con un acabado trasero mate que de verdad es muy elegante.

En sus especificaciones internas destaca el procesador Kirin 990, el mismo de la serie Mate 30, lo cual le entrega una performance brillante, sobre todo en lo que veremos muy pronto: las fotos. Pero más allá de eso, el teléfono es en especificaciones internas igual al P30. Se nota que el esfuerzo este año estuvo más en el diseño y en la usabilidad y me imagino que piensan que el equipo puede mejorar solo gracias a su procesador. Y lo cierto es que lento no es.

Así que sí, vamos a lo más importante de un equipo serie P: las fotos.

Volviendo a lo que mencionábamos antes -evolución más que revolución- el P40 Pro posee una configuración similar de 4 cámaras traseras igual que el año pasado, aunque por supuesto con mejoras que vuelven a revolver el apartado de toma de imágenes.

Un lente principal de 50 MP, un gran angular de 40, un lente periscopio de 12 MP con zoom óptico de 5x y un sensor de profundidad TOF conforman el cuarteto que nuevamente lleva tres pasos más adelante lo que podemos hacer con una cámara de bolsillo. En particular, se mejoró mucho lo que es la sensibilidad lumínica de las fotos en general. Antes costaba encontrar el equilibrio entre fotos con focos de luz persistentes y espacios oscuros, optando siempre por uno u otro. Ahora hay un mejor matiz que permite tomar fotos a contraluz y que se vea bien todo.

El desenfoque está mucho más elegante y menos forzado que antes, se nota que hay mucha más tarea de los lentes que del software que siempre ha hecho algo de trampa poniendo más desenfoque que el que se necesita. La reproducción de colores también más real y cercana a lo que vemos, aunque optando siempre por resaltar tonos cálidos, lo que en redes sociales siempre termina ganando.

Y el zoom. Oh, el zoom. Si bien posee el mismo alcance que el año pasado -5x en óptico, 10x en híbrido y hasta 50x en full digital- la calidad y sobre todo los colores han mejorado considerablemente. La mejora tanto de los sensores del teléfono como del aumento de resolución del periscopio (de 8 MP a 12) hace que las fotos con zoom no solo parezcan una maravilla a nivel técnico, sino que también sean una mejor opción a lo del año pasado.

Veamos el paso a paso: Gran angular

Tradicional:

Zoom 5x:

Zoom 10x:

Zoom 50x:

Las selfies también han dado un paso gigante y justifican totalmente el uso de esta capsulita que incluye tanto la cámara en si como un sensor TOF de profundidad que no solo ayuda a sacarse fotos con modo retrato de mejor manera sino que también mejora todos esos efectos y filtros que usan mapeo de rostro.

Si no quedó claro, la cámara del P40 Pro vuelve a romper su propia marca y es mejor en prácticamente todas las áreas salvo en las fotos con Macro. Por alguna razón este modelo a diferencia del año anterior no incluye el modo Supermacro, lo que se traduce en que las fotos muy cercanas o a objetos muy pequeños se ven borrosas. Se nota que la distancia focal es muy diferente al P30 Pro y allí me siento un tanto decepcionado.

Pero todo lo que es fotos tradicionales y el modo nocturno, por ejemplo, si han mejorado con creces. Es un salto tremendo empañado, como digo, solo por la ausencia del foco a objetos pequeños, que notarás si como yo, te gusta fotografiar tus figuras coleccionables. Ahora, la prueba tradicional de los amiibos:

Y así se ve esta vez el modo nocturno:

Y como bonus, el modo luna del teléfono está mucho mejor que el del año pasado. Nuevamente, la cámara logra que se vea tanto la luna como algo del entorno.

Ahora bien. ¿Y qué pasa con Google? ¿Qué pasa con el software? Es la pregunta que hay que hacerse para ver si vale la pena seguir este teléfono como una alternativa para nuestra vida diaria o admirarlo solo como un avance tecnológico.

Creo que Huawei ya ha decidido convertirse en la tercera vía, la alternativa a Google y Apple en el mundo de los servicios para teléfonos móviles y lo notamos en varias cosas: el logo de App Gallery -su tienda de aplicaciones- en la caja del P40 Pro, la cantidad de servicios que están presentes en dicha tienda, y mejoras como por ejemplo incorporar un buscador de apps dentro de su propio navegador.

Y hacer el paso de un teléfono Huawei con Google a uno sin es muy sencillo: usando Phone Clone puedes copiar las aplicaciones que si son compatibles -principalmente redes sociales, juegos y apps de fotografía- y además puedes acceder a tiendas alternativas pero legales, como la tienda de Amazon, para complementar lo que no existe en App Gallery.

Así, sin depender de Google podemos tener acceso a lo que más nos importa para un teléfono de estas características donde lo que más importa es la imagen: redes como Instagram, Tik Tok, Facebook y Twitter funcionan de manera nativa y sin trampas. Incluso Spotify opera perfecto y hasta es compatible con mi Chromecast y Google Home. Y dado que tanto el browser de Huawei como su cliente de correo permiten acceder a otros servicios de la compañía, hay cosas que con un poco más de trabajo se pueden seguir haciendo.

Pero de todas formas, siento que si bien Huawei siempre ha trabajado por la independencia -no por nada hacen sus propios procesadores- en el campo del software aun hay demasiados agujeros como para considerarlos todavía como un rival serio a Google y Apple, y con eso me refiero a que aun no hay alternativas nativas para servicios que al menos yo considero esenciales. Me refiero a un servicio de mapas, un servicio de fotografías y almacenamiento en la nube (Huawei Cloud es solo para hacer respaldos, no es ni Google Photos ni iCloud) y un ecosistema como el de las notas que funcione tanto en el celular como en la web.

Sí, la independencia requiere que Huawei se concentre más que nunca en los servicios, y si bien la oferta está mucho más encaminada que la improvisación que vimos con la serie Mate 30, aun estamos al debe, al punto de que a pesar de que me gusta más que el P30 y se que es mejor en prácticamente todo sentido, no puedo aún dejar con mi chip a un teléfono que no me permite bajar la app de mi banco, de cosas que ya damos por sentado. Creo que como está ahora, con algo de paciencia y conocimiento, se puede hacer todo lo que hace un teléfono de Android y servicios de Google. Pero una cosa es que pueda y la otra es que quiera y claro, se puede entrar a YouTube por una web app pero personalmente creo que no está a la altura de un teléfono de estas características

Lo positivo de todo esto es que son problemas que pueden mejorarse en la marcha. Estamos a un par de acuerdos y de un parche de actualización de elevar al P40 Pro a la categoría de imperdible, pero por el momento me gustaría que Huawei tuviera tanta determinación en pensar y conseguir la fotografía de celular perfecta como en construir una plataforma de servicios tan sólida que nos haga tener que dejar de pensar en soluciones y más conseguir esos ansiados likes en Instagram.

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