Review | El Mate 20 Pro de Huawei es un celular pensado en el futuro

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El nuevo teléfono insignia de la compañía china nos ofrece un vistazo a lo que viene en el mercado móvil con gran apuesta en la imagen, la IA y el diseño.


El mercado de los teléfonos móviles pareciera estar siempre algo estancado debido a que las necesidades comerciales van siempre más adelante que las revoluciones tecnológicas. Aunque la compañías tengan que renovar cada 12 meses sus modelos para no perder ventas, muchas veces estos teléfonos no son más que versiones enchuladas de productos que ya vimos antes.

Suele decirse, y con justa razón, que si compras un teléfono deberías esperar al menos dos años para renovarlo por una de la misma marca, ya que recién ahí es cuando notamos las diferencias en rendimiento, diseño y usabilidad.

Bueno, Huawei acaba de demostrar, por segundo año consecutivo, que es posible entregar una propuesta revolucionaria y con valor con tan solo un año de diferencia.

El Mate 20 Pro de Huawei es, en ese sentido, algo más que un simple teléfono, sino que un testamento sobre la visión que la compañía tiene sobre como debería ser el diseño de los teléfonos de aquí en adelante. Una visión a futuro que a veces peca de estar muy adelantada, pero que la mayoría del tiempo funciona y acierta al entregar la experiencia más sólida y consistente que la compañía china ha entregado hasta ahora.

El Mate 20 Pro se separa de todos sus antecesores de partida por su diseño. Ya lo habían hecho con el Mate 10 Pro al deshacerse de todos los botones frontales del equipo para entregar un teléfono que es prácticamente solo pantalla.

La pantalla OLED de 6,39 pulgadas del equipo se aprovecha a cabalidad, con bordes extremadamente delgados en los costados y también en la zona superior e inferior del equipo. La pantalla, de hecho, es mucho más grande que la del modelo del año pasado, pero como sus biseles son tan delgados, el equipo en realidad es mucho más pequeño y fácil de maniobrar. Los bordes curvos ya se los habíamos visto a compañías como Samsung, pero a esta altura ya son un estándar que hay que mantener.

Por supuesto, el teléfono incluye un notch chasquilla en la zona superior para albergar la tecnología necesaria para el reconocimiento facial. Y es algo que hay que empezar a reconocer que es necesario, al menos hasta que se salga con otra solución. Yo comencé odiándolos, es cierto, pero al final es cosa de costumbre y de entender que en realidad no se pierde espacio. Los íconos de notificaciones y de la hora están justo al lado de la muesca, por lo que en realidad ese espacio sigue entregando información, ayudando además a que la pantalla se vea, efectivamente, más grande.

Tal como les adelantaba, la llegada del notch es precisamente para albergar uno de los dos nuevos sistema de desbloqueo que trae el equipo y que van en línea con esta idea de incorporar la tecnología que dentro de poco será estándar. Junto a la cámara frontal, se encuentra un sensor 3D que sirve para hacer el escaneo facial que permite acceder a tu teléfono tan solo mirándolo.

El escáner 3D funciona y es la manera más rápida de desbloquear al equipo. Y funciona si usas lentes o no, si te los sacas, si estás recién despertando y ante diferentes situaciones de luz. Se toma, se mira, se desbloquea. Obviamente existe la desventaja de que es un método que gasta un poco más tu batería, ya que debe encender el sensor cada vez que enciendes tu celular, pero con los 4.200 mAh que trae el equipo, no es una carga que te vaya a dejar sin batería en la mitad del día. Aun con este método, el teléfono aguanta unas 10 a 12 horas de uso intenso.

Ahora, en su compromiso por entregar un teléfono prácticamente sin botones, Huawei tomó la decisión de eliminar el sensor de huellas de la parte trasera y lo reemplazó por un lector de huellas en la pantalla, el cual es una innovación por si misma, pero tal vez demasiado adelantada.

Esto porque si bien el lector de huellas en pantalla funciona, no lo hace tan rápido como los lectores tradicionales, donde bastaba con posar el dedo para acceder a tu equipo. Ahora hay que presionar un poco la pantalla, lo cual no es la gran cosa, pero se nota. De todas formas, creo que en el futuro, el desbloqueo de huella en pantalla será la manera principal de identificarnos y su efectividad simplemente mejorará con el tiempo mientras el resto de la industria lo adopte.

Obviamente si ninguno de esos modos te gusta, aun puedes desbloquear con código o patrones.

Ahora, hablemos de la otra parte llamativa de este equipo: la cámara. O más bien, las cámaras.

Si hay algo distintivo en el Mate 20 Pro es precisamente su sistema de tres lentes (y un flash) alineados como una suerte de cubo de Lego que va en la parte trasera del teléfono. Esta llamativa formación en realidad si tiene una utilidad, y es que cada lente tiene una función muy específica para diferentes tipos de fotos.

El lente principal, es un lente tradicional con una apertura de 1,8 -ideal para los desenfoques- pero también trae un lente Ultra Wide para fotos en gran angular y un telefoto para tomar imágenes con zoom óptico. Ya hicimos una nota completa en donde probamos todo lo que esta cámara nos tenía que ofrecer, pero para quienes quieren el resumen, debo decir que es probablemente el teléfono más versátil a la hora de tomar fotos, sobre todo cuando tiene un procesador con inteligencia artificial ayudándote a elegir los mejores métodos.

Y también les dejamos las clásicas fotos de comparación para que vean los colores, el desenfoque y como se comporta con poca luz.

Otro de los pilares fundamentales de este equipo, y es otra apuesta a lo que viene es la carga inalámbrica. Si bien nunca le he encontrado mucho sentido -los cargadores inalámbricos suelen ir conectados así que de inalámbricos no tienen mucho- una de las grandes sorpresas del equipo es que el teléfono puede convertirse en un cargador inalámbrico para otros smarphones, incluyendo un iPhone. Y esas pequeñas vueltas de tuerca son las que hacen a las propuestas de Huawei algo tan especial: siempre tienen un "algo más" que los separa del resto y que hace que comparar los equipos solo por los números, sea algo innecesario.

Pero e interesante, de todas formas, como esta simple aplicación puede verse como una apuesta al futuro, uno en donde no tengamos que depender de cargadores, sino que de la buena onda de algún amigo al que le quieras pedir prestada la batería de su celular simplemente acercándolos. Hoy parece algo lejano, pero para llegar alguien tiene que dar el primer paso y en este caso fue Huawei.

Ahora bien, no todos estos saltos son igual de exitosos. Una de las novedades que viene con el equipo se llama HiVision y es una cámara inteligente capaz de reconocer objetos para comprarlos por Internet, alimentos para decir cuantas calorías tiene e incluso traducir textos tan solo apuntándolos. Bueno, cuando quiere. El sistema funciona pero se demora un poco y no hace nada que no hayamos visto en Google Lens, por ejemplo.

Ahora, sabemos que varias de sus funciones se mejorarán a través de actualizaciones y con la llegada de la versión final del teléfono -este review está hecho en una unidad de pruebas que probablemente no tenga el software final que llegará a los usuarios- pero de todas maneras siento que de todas las propuestas del teléfono, es la que más le falta para realmente necesitarla y no ser algo más que un simple truco.

Pero sumando y restando, a la larga los riesgos que toma Huawei en este teléfono son contrarrestados con una experiencia de uso que se asegura que todo lo que quieras hacer funcione y funcione bien. Detrás de toda esta suma de números gigantes y especificaciones impresionantes, está el procesador Kirin 980 que se preocupa de que todo funcione como debe ser. La cámara mejora, la batería mejora, la velocidad del equipo mejora con decisiones que cada vez pasan menos por el usuario y más por el teléfono y eso es lo que lo hace realmente inteligente.

El Huawei Mate 20 Pro es un teléfono que no le tiene miedo al lujo, a usar los mejores componentes y brindar una experiencia de uso depurada, como la de Apple, pero en Android. Y lo hace de una manera elegante pero también pensando en que sus componentes no valen la pena si van a ser subutilizados por el usuario. Con una apuesta madura, muy diferente a la del año anterior y con resultados que se ven a la vista, Huawei demuestra que se pueden introducir cambios y mejorar un equipo de manera significativa con tan solo un año de diferencia.

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