Tres momentos para llorar con "La Roja"

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Hay niños que gozaron con la generación dorada y lloraron con la selección chilena fuera del Mundial. Pero esa desilusión no es nada con otras historias que han marcado al equipo.


"¿Cómo calmo a mi hijo, un niño de 11 años que no deja de llorar?. Pizzi es el culpable, sin duda".

Ese mensaje surgió en Twitter tras la eliminación de la selección chilena del Mundial de Rusia 2017, representando a aquella generación que durante la última década celebró con "La Roja" ganadora.

Desde que en agosto de 2007 asumió Marcelo Bielsa, la cara del fútbol chileno cambió ante los ojos del mundo y de sus propios hinchas. Buenas actuaciones en los campeonatos mundiales, triunfos históricos en la Copa América y un etapa que llevó al equipo a una tercera final consecutiva durante la Copa Confederaciones, marcaron el paso de una alegría que finalmente llegó al fútbol chileno.

De este modo, la cara de "La Roja" fue otra... hasta los sucesos ante una selección verdeamarela que nos devolvió a un lugar al que definitivamente no queríamos regresar tan pronto.

¿Pero cómo calmar a ese pequeño que sufrió con la derrota? Solo existe una respuesta: Así es la vida del fútbol, con victorias y derrotas. Y a lo largo de la historia, han existido mayores desilusiones. Hay peores cosas que nos han marcado.

Hoy en Mouse, tras procesar la eliminación, recordamos algunos momentos que sirven para calmar a aquellos niños que no dejan de llorar.

LA CAÍDA DEL CÓNDOR

No hay peor momento para el fútbol chileno que aquel que se gestó un 3 de septiembre de 1989. A la selección chilena solo le servía una victoria para clasificar al Mundial de Italia 1990, ya que un empate la dejaría fuera de carrera por diferencia de gol.

LA DOLOROSA ESTOCADA AUSTRÍACA

El Mundial de Francia, disputado en 1998, dio pie al reencuentro de "La Roja" con el fútbol. Tras la sanción que excluyó al equipo de las eliminatorias de Estados Unidos '94, la Copa América fue el torneo para ver al equipo adulto. Pero el tercer lugar del 91 contrastó con las horrendas participaciones chilenas en los campeonatos sudamericanos del '93, '95 y '97. Por eso, una vez que explotó la dupla de Salas y Zamorano, el hincha chileno volvió a creer.

Pero el torneo en el suelo galo fue de dulce y agraz. Tras el empate a Italia, que todo Chile calificó de robo por el inefable accionar del árbitro Bochardeu, el equipo de Nelson Bonifacio Acosta logró tomar la ventaja ante Austria en un duro encuentro. El gol de "El Matador", de hecho, se logró tras una serie de rebotes.

No obstante, cuando se creía que "La Roja" por fin podría obtener una victoria en un Mundial, algo que no sucedía desde 1962, llegó uno de los momentos más dolorosos y que provocó que una frase maldita volviese a nuestras cabezas: ¿Por qué siempre nos pasa esto?

Con Austria atacando en los descuentos, el 9 del equipo europeo, que ingresó como suplente a los 73 minutos del partido, concretó una estocada inalcanzable para el portero Nelson Tapia. Desde ese día, nunca pude olvidar el nombre de Ivica Vastic.

AL FONDO DE LA TABLA

Antes de la reciente época de gloria del fútbol chileno, "La Roja" tocó literalmente fondo en el contexto sudamericano. Las eliminatorias rumbo a Corea-Japón 2002 se perfilaban como auspiciosas para el equipo nacional. Especialmente porque el equipo contaba con una nueva camada de jugadores, que venía de ganar el bronce en los Juegos Olímpicos.

Pero esas eliminatorias malditas, marcadas por el alejamiento de las estrellas del equipo que decidieron no portar la camiseta hasta el final del proceso, concluyeron de la peor forma.

Claro que más allá de los múltiples cambios de entrenadores o las formaciones con jugadores del campeonato nacional (¿Alguien recuerda a Axel Ahumada con la camiseta roja?), lo que no se olvida es el desempeño de un equipo que solo ganó tres partidos en 18 encuentros. Los últimos cuatro partidos, fueron toda una pesadilla.

La primera derrota de la historia ante Venezuela en el Estados Nacional, que llegó como un martillazo en la cabeza tras una celebrada despedida ante la Francia campeona del mundo en la despedida de Iván Zamorano, fue el comienzo del fin. La inapelable derrota ante Brasil que nos mandó al fondo de la tabla, la caída ante Colombia y el triste empate sin goles con Ecuador sellaron una historia de 12 miserables puntos. Cuatro menos que Venezuela, el penúltimo de las clasificatorias.

Todas estas sí fueron historias para llorar a mares.

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