La nueva temporada de South Park muestra lo que pasa cuando normalizamos la violencia

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El primer capítulo de la temporada 22 de South Park trata sobre el peligro de una sociedad tan acostumbrada a la sangre que ya nadie le sorprende.


Sabemos que South Park es una serie que no le teme a la violencia. Hemos visto morir a Kenny una infinidad de veces y los personajes que se despiden de la serie, como Chef, por lo general lo hacen de una manera bastante sangrienta.

Pero el primer episodio de la temporada 22 de la serie de Matt Stone y Trey Parker nos muestra otro tipo de violencia, una violencia mucho más real.

En este episodio no hay sangre, no hay cerebros explotando ni la clásica violencia caricaturesca que ha caracterizado a la serie desde el día 1.

No. En Dead Kids, la violencia se manifiesta de una manera que lamentablemente ya se ha hecho común dentro de Estados Unidos: con tiroteos.

Durante los 23 minutos de duración del episodio, la escuela primaria de South Park sufre cuatro tiroteos. El primero de ellos tan solo a minutos de comenzar el capítulo. Pero ninguno de ellos parece importarle al pueblo de Colorado. A Cartman, por ejemplo, solo le interesa pasar una prueba de matemáticas para que su madre no le quite el Fortnite. Otros miembros de la comunidad creen que alguien debería hacer algo por los parques que están muy feos.

Solo Sharon, la madre de Stan, parece ser la única que se toma en serio esta ola de violencia que ocurre en la ciudad. Y eso es lo que finalmente le costará caro.

Sharon es claramente la protagonista de este episodio, en donde, como suele pasar en una serie donde los valores de la sociedad están totalmente trastocados, pagará caro el hecho de ser la única ciudadana de toda la ciudad que de verdad le toma el peso a lo que está pasando: hay niños muriendo en lugares que por definición deberían estar seguros.

El líder de la cruzada contra la razón de Sharon será Randy, su esposo, quien termina creyendo que su mujer simplemente está pasando por uno de sus días y por eso está más irritada. Pero lo cierto es que tanto Randy como el resto de la ciudad han normalizado tanto la violencia que ya nada les sorprende, y según aprendemos al final del episodio puede que finalmente sea para mejor.

La propuesta de este episodio es que en realidad, la normalización de lo incorrecto puede que sea nuestro único método de defensa frente a un mundo que simplemente avanza más rápido de lo que podemos soportar. Es esta normalización la que permite a Cartman pasar todo el episodio más preocupado de demostrar que Token no vio Black Panther, que de su propia vida dentro de la escuela. O que la prueba de matemáticas sea una situación mucho más estresante para los niños que saber que probablemente no puedan volver a casa. O que sea totalmente normal que Butters vigile los pasillos con una ametralladora.

La temporada 22 de South Park vuelve con un episodio bastante claro en su mensaje y sencillo en su desarrollo, pero con un comentario que va más allá de la sátira, sino que nos propone literalmente el peor escenario posible al que podríamos llegar como sociedad, por muy caricaturizada que parezca.

Con un final que no sabemos si tendrá consecuencias en un siguiente capítulo, solo podemos decir que South Park ha vuelto y de nuevo, no decepciona.

Pueden ver la nueva temporada de South Park a través de este enlace.

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